ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIÓN

  1. El hambre y la malnutrición en todas sus formas —desnutrición, en particular emaciación y retraso del crecimiento, carencias de micronutrientes, sobrepeso y obesidad— constituyen importantes retos que enfrentan los países y pueden ser resultado de la inseguridad alimentaria¹ y de dietas poco saludables, junto con muchos otros factores y causas. Todos los países del mundo se ven afectados por al menos una de las formas de malnutrición, y la mayoría por varias de ellas. El número de personas que padecen hambre se ha incrementado en los últimos años y la obesidad está en aumento en casi todos los países². Las repercusiones de la malnutrición tienen profundas consecuencias en la salud y el bienestar de las personas, en su desarrollo físico y cognitivo y en sus medios de subsistencia, durante todo el ciclo vital y de una generación a otra.
  2. El hambre y la malnutrición en todas sus formas representan serios desafíos para la realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada en el contexto de la seguridad alimentaria nacional y para el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
  3. Las graves repercusiones sociales, económicas y para la salud del hambre y la malnutrición en todas sus formas se transmiten de una generación a otra. Las mujeres subalimentadas tienen más probabilidades de dar a luz niños con bajo peso al nacer, que corren un mayor riesgo de padecer malnutrición durante la infancia —y hasta la edad adulta— y de acusar sobrepeso u obesidad cuando sean adultos. La obesidad materna plantea riesgos a corto y largo plazo para la salud y el bienestar de la madre y el niño, por ejemplo, problemas cognitivos y un mayor riesgo de sufrir trastornos en el desarrollo neurológico en los primeros años de vida, así como una mayor propensión a padecer sobrepeso en la edad preescolar y escolar y obesidad y enfermedades no transmisibles (ENT) en la edad adulta. La malnutrición en niños puede dar lugar a una menor estatura, una peor salud física y mental, un rendimiento escolar deficiente, una disminución de la productividad económica en la edad adulta, y una mayor vulnerabilidad a las ENT y otras enfermedades crónicas en todas las etapas de la vida. Estas enfermedades pueden conllevar la muerte prematura y un aumento de la morbilidad y la discapacidad, lo que requiere un mayor gasto en atención médica y representa una carga importante para los sistemas de atención sanitaria y las economías de los países.
  4. La malnutrición en todas sus formas tiene muchas causas subyacentes interrelacionadas que deben abordarse de manera simultánea. Las causas de la malnutrición se manifiestan de forma distinta y afectan a las personas de diversas maneras dependiendo de su sexo, edad, riqueza u otros factores sociales. Entre las causas cabe citar, por ejemplo, la falta de acceso estable a alimentos adecuados, inocuos, suficientes y nutritivos y a dietas saludables³, la carencia de información acerca de recomendaciones alimentarias, prácticas inadecuadas de cuidado y alimentación de los lactantes y los niños pequeños, deficiencias en el saneamiento y la higiene, el acceso insuficiente a agua apta para el consumo, el acceso insuficiente a servicios de educación y salud de calidad, un nivel socioeconómico bajo, la desigualdad de género, la marginación, el apoyo insuficiente a los productores locales, así como a los pequeños productores y los agricultores familiares, vulnerables y la falta de acceso a los mercados, el comercio, las innovaciones y las tecnologías. Las causas básicas de la nutrición deficiente son sistémicas e interdependientes; abarcan las estructuras económicas y sociales que impiden la realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada en el contexto de la seguridad alimentaria nacional, perpetúan la pobreza, agravan las desigualdades existentes y no facilitan el acceso a dietas saludables, al limitar o impedir el acceso a recursos y servicios esenciales para el logro de una nutrición y salud adecuadas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *