1 . La forma primaria como se consigue un alimento, la cual usualmente se denomina producción, donde también se consideran mecanismos de obtención, tales como la pesca, la cría, la caza, la recolección, entre otros.
2 . El intercambio de alimentos, que no se da sólo por mecanismos de mercado, sino que debe también contemplar las redes solidarias y comunitarias, que suelen tomar una mayor relevancia en los momentos de crisis.
3 . La transformación de los alimentos, que contempla el proceso efectuado en los hogares, incluyendo la transmisión de conocimientos asociados a su preparación. Así mismo, las transformaciones artesanales a pequeña escala y las del sector industrial, que en ningún caso deberían tener tal grado de procesamiento, incorporando componentes perjudiciales para la salud.
4 . El consumo, uso o aprovechamiento biológico del alimento, donde es clave tener en cuenta los mecanismos de acceso a los alimentos, la frecuencia en que aquellos que son nutricionalmente adecuados son ingeridos, la condición de salud de quien se alimenta, la salubridad del entorno físico, ambiental y humano, los faltantes o excesos alimentarios que pueden determinar una nutrición insuficiente o una malnutrición, las agresiones mediáticas contra la ingesta de alimentos tradicionales y con ella, el reemplazo por productos comestibles procesados industrialmente, que aportan exceso de nutrientes críticos, que perjudican la salud.
5. Cuando la alimentación y la nutrición son adecuadas, reconstruyen o regeneran las condiciones vitales que nos permiten, mediante nuestra fuerza de trabajo, salud e inteligencia, mantener en marcha de nuevo el proceso alimentario, en condiciones de dignidad.