Después de la votación del pasado 19 de noviembre, la Declaración sólo necesita la luz verde por la Asamblea General Plenaria en diciembre.
La Tercera Comisión de la Asamblea General de la ONU apoyó la aprobación del instrumento de la ONU el reconocimiento de los derechos humanos a campesin@s y otros trabajadores rurales. Con 119 votos a favor, 7 en contra y 49 abstenciones, la Declaración hizo su paso final después de años de negociaciones. En unas pocas semanas, el pleno de la Asamblea General, tendrá que dar su aprobación formal para concluir el largo camino hacia la firma y aplicación.
A pesar de EE.UU. y el Reino Unido se niega a apoyar el contenido del texto, la mayoría de los Estados Miembros reiteraron la importancia de reconocer el papel de la agricultura familiar para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible, el futuro de la humanidad, y las condiciones particulares de discriminación que sufren las los pequeños productores y sus comunidades en las zonas rurales del mundo.
El apoyo ha venido de todas las regiones. Mientras que la mayoría de Estados de África votó a favor de la Declaración, la mayoría de los estados europeos se abstuvieron. Esto, afortunadamente, no impidió que Portugal, Luxemburgo y Suiza desde el apoyo a la Declaración y haciendo hincapié en los resultados positivos de años de proceso, en particular una mayor conciencia. Con un apoyo abrumador por los países latinoamericanos, México recordó que la Declaración no sólo está en consonancia con las Directrices voluntarias de la FAO sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques, pero también es consistente con las políticas de seguridad alimentaria y nutrición. En Asia, Indonesia declaró que este instrumento permitiría a los estados a formular mejores políticas nacionales de acuerdo con el interés de millones de campesinos(as).